¿Una encimera de granito es resistente a los ácidos?

Una vez estaba en casa de un amigo, admirando su nueva encimera granito, y empezamos a discutir sobre la resistencia de este material, especialmente frente a los ácidos. Había oído varios comentarios y decidí investigar un poco más. Lo primero que descubrí es que el granito, aunque es una roca ígnea increíblemente duradera, no es completamente inmune a los ácidos.

Recuerdo leer un artículo de una revista de diseño de interiores que mencionaba cómo los ácidos presentes en alimentos como el limón, el vinagre y el tomate pueden dañar la superficie de granito. Si bien la mayoría de las encimeras de granito comerciales tienen un sellador para proteger la piedra, el uso frecuente y la limpieza con productos incorrectos pueden desgastar este sellador.

Una encuesta realizada por una agencia de consumo en 2021 reveló que el 45% de las personas que habían tenido problemas con sus encimeras de granito mencionaron el deterioro debido a la exposición a productos ácidos. Esto me hizo darme cuenta de que, aunque el granito es resistente, no es invulnerable.

La misma agencia mencionó que el costo promedio de instalar una encimera de granito ronda los 3000 euros. Por lo tanto, no es una inversión pequeña y tiene sentido tratar de mantenerla en las mejores condiciones posibles. Un detalle interesante es que muchas fábricas de encimeras de granito recomiendan volver a sellar la superficie cada uno o dos años, dependiendo del uso. Este proceso de sellado puede costar entre 100 y 200 euros por ciclo, lo cual no es una cantidad astronómica si consideramos la longevidad de la encimera.

En una conversación con un profesional del sector de la construcción, me enteré de que una encimera bien mantenida puede durar varias décadas, hasta 50 años o más. Sin embargo, uno de los mayores enemigos del granito es el ácido nítrico, que puede provocar una reacción química rápida y permanente. Aunque este ácido no es común en la cocina doméstica, el simple hecho de saber que existe esa vulnerabilidad me hizo estar más atento.

Una vecina me compartió su experiencia con una pequeña mancha definitivamente causada por el vinagre. Ella había olvidado limpiar un derrame de vinagre durante la noche, y para la mañana siguiente, había una pequeña marca opaca en su flamante encimera de granito negro. Me dio mucho en qué pensar, especialmente porque ella había gastado cerca de 4000 euros en esa remodelación.

Durante un viaje a Italia, visité una antigua villa en la Toscana. El guía turístico mencionó que algunas de las encimeras de granito de la mansión eran centenarias. Qué asombroso pensar que esas superficies han resistido la prueba del tiempo y el paso de varias generaciones, aunque él también mencionó que esos lugares se cuidaban con un esmero que incluye evitar cualquier tipo de ácido sobre las encimeras.

En el ámbito de la arquitectura y el diseño de interiores, el granito siempre ha tenido una alta demanda. Su apariencia lujosa y su durabilidad son factores decisivos. Sin embargo, las publicaciones especializadas insisten en la importancia de un mantenimiento adecuado. Específicamente, recomiendan el uso de limpiadores con pH neutro y evitar los productos ácidos. Esto no solo previene la decoloración, sino que también mantiene el sellador en buen estado por más tiempo.

Pregunté en varias tiendas de construcción y la respuesta fue similar en todas: “Evita los ácidos.” Incluso me recomendaron algunos productos específicos que son seguros para el granito y que mantienen la superficie brillante y protegida. Además, una tienda me mostró un estudio reciente en el que se probaba la resistencia del granito a diferentes tipos de ácidos, incluyendo el ácido cítrico y acético. En ambos casos, la superficie presentaba pequeñas pero visibles alteraciones tras un contacto prolongado.

Así que, basándome en una combinación de experiencias personales, investigación y consultas profesionales, puedo decir con certeza que el granito es ciertamente resistente, pero no invulnerable a los ácidos. La clave está en el cuidado y mantenimiento constante.

Por ejemplo, siempre que cocino en casa, ahora tengo mucho más cuidado con los ingredientes ácidos. Inmediatamente limpio cualquier derrame y verifico regularmente el estado de la superficie para asegurarme de que no haya áreas que necesiten un nuevo sellado. Parece mucho trabajo, pero en realidad, es un pequeño precio a pagar por mantener intacta una inversión tan significativa.

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